¿Sabías que si tienes dificultades para morder, molestias al hablar o incluso si sufres la apnea del sueño puede que necesites someterte a una cirugía ortognática? Esta solución quirúrgica resuelve problemas en los maxilares para mejorar tanto la funcionalidad de la boca como la armonía de tu rostro.
En este artículo hablamos en profundidad sobre la cirugía ortognática, cuándo es necesaria y qué tipos existen, para que puedas entender mejor este procedimiento.
¿Qué es una cirugía ortognática?
Empezaremos por lo más importante: ¿qué es una cirugía ortognática exactamente?
La cirugía ortognática es un tipo de cirugía maxilofacial enfocada en corregir problemas en la posición de los huesos del maxilar y la mandíbula y conseguir así la mordida correcta. Este tipo de problemas afecta a la estética facial, pero también a funciones esenciales como masticar, hablar o respirar adecuadamente.
El procedimiento se basa en movimientos óseos maxilares o mandibulares que pretenden eliminar las deformidades de cada paciente y conseguir su máximo equilibrio facial. Lo más habitual es que esta operación quirúrgica vaya de la mano de un tratamiento de ortodoncia personalizado.
¿Cuándo es necesaria esta cirugía?
Hay ciertas señales que pueden indicar que un paciente necesita someterse a una cirugía ortognática. Algunos de los casos más comunes en los que recomendamos este tratamiento son:
- Mordida abierta, cuando los dientes superiores e inferiores no contactan al cerrar la boca.
- Maloclusión, cuando existe una alineación incorrecta de los dientes o una relación anormal entre los maxilares.
- Sonrisa gingival, es decir, un exceso de encías visible al sonreír.
- Mandíbula retraída (retrognatia), cuando el maxilar inferior está más hacia atrás de lo normal.
- Mandíbula prominente (prognatismo), cuando la mandíbula sobresale más que el maxilar superior.
- Asimetría facial, si existe desproporción en uno de los lados del rostro debido a un desarrollo desigual del hueso maxilar.
- Apnea del sueño, que es la dificultad para respirar correctamente durante el sueño debido a una obstrucción en las vías respiratorias causada por la posición de los maxilares.
Tipos de cirugía ortognática
Como te adelantábamos al principio, existen diferentes tipos de cirugía ortognática, que se adaptan a las necesidades específicas de cada paciente.
Según la estructura que necesitemos corregir, podemos optar por una cirugía monomaxilar o una cirugía ortognática bimaxilar.
Hay dos tipos de cirugía monomaxilar:
- Cirugía ortognática del maxilar superior. Este procedimiento reposiciona el maxilar superior para corregir problemas funcionales y estéticos, como la mordida abierta, la sonrisa gingival o el prognatismo maxilar.
- Cirugía ortognática de la mandíbula (maxilar inferior). Consiste en colocar correctamente el maxilar inferior o mandíbula, sobre todo con el fin de solucionar casos de retrognatia o prognatismo mandibular.
Cuando tanto el maxilar superior como la mandíbula necesitan una nueva posición, realizamos una cirugía combinada, llamada maxilomandibular o bimaxilar. Es el tratamiento más habitual, y con él conseguimos una corrección total de la oclusión y la armonía facial. A veces, esta operación incluye una mentoplastia para corregir también el mentón.
Proceso de este tipo de cirugía maxilofacial
Aunque la cirugía ortognática es el nombre por el que conocemos a la intervención quirúrgica en sí, lo cierto es que implica todo un proceso completo que va mucho más allá de la operación.
Estas son sus principales fases:
- Evaluación inicial. Primero, el especialista analiza tu rostro y estructura ósea y establece el tratamiento a seguir.
- Ortodoncia prequirúrgica. Antes de realizar la cirugía, se colocan los dientes en la posición correcta para facilitar la cirugía y garantizar resultados óptimos.
- Cirugía. El procedimiento quirúrgico se realiza bajo anestesia general. Dependiendo del caso, puede durar entre dos y cuatro horas.
- Ortodoncia postquirúrgica. Por último, en la mayoría de los casos, el ortodoncista lleva a cabo los ajustes finales para perfeccionar la alineación de los dientes y estabilizar los resultados.
Postoperatorio tras la cirugía ortognática
¿Cómo es la recuperación de un paciente tras una cirugía ortognática? ¡Seguro que te lo estás preguntando!
Y lo cierto es que, como ocurre con cualquier otro tipo de intervención, el postoperatorio puede variar según el caso, pero sí que hay ciertos aspectos comunes a tener en cuenta:
- En cualquier caso, el paciente debe descansar y evitar esfuerzos físicos durante las primeras semanas después de la cirugía ortognática.
- Dieta blanda. Al principio, debe ingerir alimentos líquidos y triturados.
- Higiene oral estricta. Para reducir el riesgo de infecciones postoperatorias, es fundamental mantener la boca limpia.
- Seguimiento médico. Las revisiones periódicas con el cirujano maxilofacial y el ortodoncista garantizarán que tu proceso de recuperación sea óptimo.
Aunque el tratamiento completo con ortodoncia puede prolongarse unos meses más, entre 2 y 3 semanas después de la cirugía ortognática podrás volver a hacer vida normal.
Beneficios de la cirugía ortognática
Los beneficios de esta cirugía van mucho más allá de la estética, y es que corregir la posición de tus maxilares puede suponer una importante mejora de tu calidad de vida.
Estas son algunas de sus ventajas:
- Una mordida funcional, que facilita la masticación de la comida y reduce el desgaste dental.
- Un rostro equilibrado, que potencia tu confianza.
- Una respiración más fluida, especialmente en casos de apnea del sueño.
- Un considerable alivio de las molestias en la articulación temporomandibular (ATM).
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